A primera vista, resulta algo difícil clasificar correctamente la tarjeta Blackcatcard. Es una cuenta, pero no una cuenta corriente, sino sólo una cuenta de dinero electrónico. Hay una Mastercard gratuita, pero no es una tarjeta de crédito real, sino básicamente una tarjeta de débito. Se puede utilizar para todo – reintegros, transferencias, pagos – pero hay que tener cuidado con los costes para importes mayores y especialmente en el extranjero.
En cuanto a los intereses, la Blackcat lleva más de un año pagando más del 2%, actualmente un 2,20% anual en la cuenta. Esto suena bien, pero desgraciadamente la cuenta no está protegida contra depósitos, ni según la legislación alemana ni según la maltesa (la empresa que está detrás de la tarjeta Blackcat tiene su sede en Malta).
Entonces, ¿para quién son adecuadas la tarjeta y la cuenta? En nuestra opinión, la tarjeta Blackcatcard es especialmente interesante si: